"Los frescos que aquí contemplamos nos introducen en el mundo de los contenidos de la Revelación. Las verdades de nuestra fe nos hablan desde cada lugar. De ellas, el genio humano ha sacado la inspiración empeñándose en revestirlas de formas de una belleza inigualable". Con estas palabras, pronunciadas en la Homilía durante la Santa Misa celebrada el 8 de abril de 1994, con motivo de la conclusión de los trabajos de restauración del Juicio Universal, el Santo Padre Juan Pablo II ha deseado recalcar el carácter sagrado del lugar a través del cual las pinturas, tal como las imágenes de un libro, sirven para hacer más comprensibles las verdades expresadas en la Sagradas Escrituras.
La Capilla Sixtina
debe su nombre al Papa Sixto IV della Rovere (pontífice desde 1471 hasta 1484)
quien hizo reestructurar la antigua Capilla Magna entre el año 1477 y el 1480.
La decoración del s. XV de las paredes incluye: las falsas cortinas, las
Historias de Moisés (paredes sur - entrada) y de Cristo (paredes norte -
entrada) y los retratos de los Pontífices (paredes norte - sur - entrada). Fue
realizada por un equipo de pintores formado originariamente por Pietro
Perugino, Sandro Botticelli, Domenico Ghirlandaio, Cosimo Rosselli, coadyuvados
por sus respectivos talleres y por algunos de sus colaboradores más estrechos
entre los que destacan Biagio di Antonio, Bartolomeo della Gatta y Lucas
Signorelli. Sobre la bóveda, Pier Matteo d'Amelia pintó un cielo estrellado. La
realización de los frescos tuvo comienzo en 1481 y se concluyó en 1482. A esta
época se remontan también las siguientes obras en mármol: el tranqueo, el coro,
y el escudo pontificio encima de la puerta de entrada. El 15 de agosto de 1483
Sixto IV consagró la nueva capilla a la Asunción de la Virgen y la dedicó a
ella. Julio II della Rovere (pontífice desde 1503 hasta 1513), sobrino de Sixto
IV, decidió modificar parcialmente la decoración de ésta, confiando el encargo
a Miguel Ángel en 1508, quien pintó la bóveda y los lunetos, en la parte alta
de las paredes. En octubre de 1512 el trabajo había terminado y el día de Todos
los Santos (1° de noviembre), Julio II inauguró la Sixtina con una misa
solemne. En los nueve recuadros centrales se hallan representadas las Historias
del Génesis, desde la Creación hasta la Caída del hombre, el Diluvio y el nuevo
renacer de la humanidad con la familia de Noé.
Es probable que
exista una referencia a la primera letra de Pedro (3,20-22), en la que el agua
del diluvio es considerada como señal profética del agua del Bautismo, de la
cual surge una humanidad nueva, o sea, la de los salvados por Cristo. En los
espacios entre las enjutas aparecen sentados sobre tronos monumentales, cinco
Sibilas y siete Profetas. En las cuatro pechinas angulares se observan las
Salvaciones milagrosas de Israel, mientras que en las enjutas y lunetos
(paredes norte - sur - entrada) se ven los Antepasados de Cristo. Hacia fines
de 1533 Clemente VII de' Medici (pontífice desde 1523 hasta 1534) encargó a
Miguel Ángel que modificara una vez más la decoración de la Sixtina pintando en
la pared del altar el Juicio Universal. Esta nueva intervención ocasionó la
pérdida de los frescos del s. XV, es decir, del retablo con la Virgen Asunta
entre los Apóstoles y los primeros dos episodios de las Historias de Moisés y
Cristo, pintados por el Perugino. En este fresco, Miguel Ángel quiso
representar el retorno glorioso de Cristo a la luz de los textos del Nuevo
Testamento (cfr. Mateos 24,30-31; 25,31-46; Letra a los Corintos I, 15,51-55).
El artista inició la grandiosa obra en 1536 durante el pontificado de Pablo III
y la concluyó en el otoño de 1541. Miguel Ángel, sirviéndose de sus
extraordinarias capacidades artísticas, ha tratado de traducir en formas
visibles la invisible belleza y majestad de Dios, y guiado por la palabras del
Génesis ha hecho de la Capilla Sixtina "el santuario de la teología del
cuerpo humano"(Homilía pronunciada por Su Santidad Juan Pablo II, el 8 de
abril de 1994). En la segunda mitad del siglo XVI, se rehicieron los frescos de
la pared de entrada: Hendrik van den Broeck volvió a pintar la Resurrección de
Cristo del Ghirlandaio, mientras que Mateos de Lecce la Disputa sobre el cuerpo
de Moisés del Signorelli, que habían sido gravemente dañados a raíz de la caída
de la puerta en 1522. Los frescos de la Capilla Sixtina han sido restaurados
completamente entre 1979 y 1999. Dicha intervención ha incluido incluso las
partes marmóreas, es decir, el coro, la tranquea y el escudo de Sixto IV. En la
Capilla se celebró el Conclave para elegir al Sumo Pontífice. Una vez más son
las palabras de la Homilía pronunciada por Su Santidad Juan Pablo II que hacen
hincapié en la importancia primaria de la Sixtina en la vida de la Iglesia:
"La Capilla Sixtina es el lugar que para todo Papa encierra el recuerdo de
un día especial de su vida... Justamente en este sitio, en este espacio
sagrado, se recogen los Cardenales, en espera de la manifestación de la
voluntad de Cristo con respecto al Sucesor de San Pedro [...] Y aquí, en
espíritu de obediencia a Cristo y encomendándome a su Madre, he aceptado la
elección surgida del Conclave, declarando [...] mi disponibilidad a servir a la
Iglesia. Por lo tanto, de esta manera la Capilla Sixtina una vez más se ha
transformado a los ojos de toda la Comunidad católica, en el lugar donde actúa
el Espíritu Santo que nombra en la Iglesia a los Obispos, que nombra de manera
especial al que ha de ser el Obispo de Roma y el Sucesor de Pedro".
___BOVEDA___
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Juicio Universal

Pared Norte.
Pared Sur.
Pared de entrada.
Para llegar solo compra tu boleto del metro y bájate en la estación moctezuma y pregunta por la iglesia de nuestra señora del perpetuo socorro.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario